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Amnistía Internacional Burgos

Artículos

Mujeres en Turquía

"Firma invitada" Carlos Sancho. Diario de Burgos, 6 de septiembre de 2004

La historia de Guldunya Toren es un ejemplo de la dramática situación que viven muchas mujeres turcas víctimas de la violencia de género. Guldunya cometió una doble osadía: primero, quedarse embarazada, y después rechazar el matrimonio al que su familia le obligaba. Esta actitud, entendida por los suyos como motivo de deshonor, supuso su sentencia de muerte. Fue enviada a Estambul a casa de su tío, donde su hermano le dio una soga y le ordenó que se ahorcara. Atemorizada, huyó y buscó protección en la policía, que no le hizo caso asegurándole que sus familiares habían prometido no matarla. Poco tiempo después, según los informes que maneja Amnistía Internacional (AI), sus hermanos dispararon contra ella en plena calle. Fue llevada al hospital donde volvió a pedir protección policial. Una vez más fue abandonada a su suerte. Sus asesinos no tuvieron dificultad para entrar en el hospital y acabar con su vida de un disparo.
Se calcula que al menos un tercio de las mujeres turcas sufren algún tipo de violencia en sus familias, violencia que se ejerce de formas muy diversas, desde privarlas de sus necesidades económicas, pasando por la violencia verbal y psicológica hasta las palizas, la violencia sexual y los homicidios. Detrás de algunos aparentes suicidios se esconden asesinatos cometidos por los propios familiares. Además, estas mujeres se encuentran desamparadas ante la justicia, que apenas aborda investigaciones exhaustivas sobre las denuncias que se presentan. El ambiente es de enorme permisividad hacia este tipo de crímenes, y así, algunos tribunales siguen reduciendo las condenas a los violadores si estos prometen casarse con la víctima.
Las organizaciones de mujeres de Turquía se quejan de que sólo hay 14 refugios y 19 centros de asistencia social para mujeres víctimas de violencia en el hogar en un país con 70 millones de habitantes. Denuncian además que el trato de estos centros hacia las mujeres no es el más adecuado y que deberían actuar en colaboración con asociaciones que tienen experiencia en el trabajo con mujeres maltratadas.
Amnistía Internacional ha emitido un llamamiento internacional para que se envíen cartas o correos electrónicos al gobierno turco recordándole su deber de proteger a las mujeres frente a la violencia que sufren en el ámbito familiar y su obligación de garantizar el derecho de las mujeres a la igualdad, la vida, la libertad y la seguridad, así como a no ser discriminadas ni sometidas a tortura o a trato cruel, inhumano y degradante. Las cartas deben enviarse a: Prime Minister Recep Tayyip Erdogan // Office of the Prime Minister // Basbakanlik // 06573 Ankara // Turquía. Correo electrónico: receptayyip.erdogan@basbakanlik.gov.tr. Más información sobre Amnistía Internacional en el teléfono 902 119 133.

Irak


"Firma invitada" Carlos Sancho.
Diario de Burgos, 19/07/04

Producido el traspaso de poderes en Irak, la situación de los derechos humanos sigue siendo alarmante y son muchas las preguntas que todos nos hacemos y a las que parece no haber respuesta, o, en todo caso, una respuesta totalmente insatisfactoria.

¿Qué va a ocurrir, por ejemplo, con los miles de presos y detenidos de los que apenas se sabe nada y de los que hay más que sospechas de que no están recibiendo un trato correcto? ¿Las nuevas autoridades harán que sean puestos en libertad o acusados formalmente de algún delito de acuerdo con las leyes internacionales? ¿Permitirán el acceso de los familiares y de la Cruz Roja a todos los centros de detención? ¿Seguirá adelante Estados Unidos en su propósito anunciado de seguir reteniendo sin cargos a varios miles de prisioneros sin base legal alguna para ello? ¿Se va a llevar ante la justicia a los responsables de abusos contra los derechos humanos pertenecientes a las fuerzas de ocupación? ¿En qué situación van a quedar esas fuerzas en el futuro? ¿Qué responsabilidades van a asumir y ante quién van a rendir cuentas?

Estas y otras preguntas se hace Amnistía Internacional (AI) en un informe que acaba de hacer público en el que exige a todos los que tienen algún poder en Irak que se comprometan a respetar el derecho internacional y que permitan a los expertos en derechos humanos de la ONU que visiten libremente el país.

Es necesario recordar que Estados Unidos, al prolongar las detenciones tras el traspaso de poderes está cometiendo un acto ilícito. Sólo las autoridades iraquíes pueden volver a detener a las personas puestas en libertad si existe base legal para ello en las leyes iraquíes y no se vulnera ninguna ley internacional.

AI ha hecho unas recomendaciones a Naciones Unidas, al Gobierno Provisional, a la Fuerza Multinacional y a los grupos armados de Irak. Destacan entre otras la necesidad de que la ONU cree una comisión de juristas independientes que revise el sistema judicial iraquí para adaptarlo a las normas internacionales de derechos humanos. El gobierno provisional debe dejar claro que no tolerará violaciones de derechos humanos, no importa quién esté implicado en ellas. Además, todas las personas encargadas de hacer cumplir la ley deben recibir formación adecuada en derechos humanos. Respecto a las mujeres, AI insiste en la urgencia de garantizar sus derechos a través de medidas eficaces para combatir la tortura, la violación, la violencia doméstica y el asesinato, así como de una completa revisión de las leyes y prácticas discriminatorias. También los grupos armados deben respetar el derecho internacional humanitario y, en concreto, abandonar prácticas como la toma de rehenes, la tortura y el homicidio de civiles. Más información en www.es.amnesty.org o en el teléfono 902 119 133.

Sudán: Silencio cómplice

"Firma invitada" Carlos Sancho. Diario de Burgos, 15/06/04

Sudán, y muy en especial la región de Darfur, está viviendo una tragedia de proporciones incalculables mientras el mundo mira hacia otra parte. Lo ha denunciado Amnistía Internacional (AI) después de hacer una visita de investigación a los refugiados sudaneses en Chad. La organización ha urgido a que se asegure no solo la ayuda humanitaria sino también la protección de la población civil, que está sufriendo gravísimas violaciones de derechos humanos. La organización ha constatado como de forma sistemática las milicias armadas conocidas como Janjawid, respaldadas por el ejército gubernamental, han destruido y saqueado pueblos enteros, matando a muchos de sus habitantes y obligando al desplazamiento de la población rural de este territorio occidental de Sudán. La violencia contra los civiles parece ser un intento deliberado de humillar y destruir el tejido social de las comunidades. Los delegados de AI han escuchado relatos sobre cómo se ha asesinado a civiles, incluso en mezquitas, se ha violado a mujeres y niñas con sus esposos o padres en las cercanías o se ha quemado a ancianas dentro de sus casas. “Venían y se llevaban a nuestras esposas e hijas; no les avergonzaba violarlas a la vista de todo el mundo,” contó uno de los centenares de miles de civiles que se han visto obligados a abandonar sus pueblos y buscar refugio en centros superpoblados de la región. Centros que sufren una grave escasez de productos básicos tales como alimentos, agua, tiendas de campaña y suministros médicos.
El horror y la indignación que esto está provocando no debe traducirse solo en palabras y grandes declaraciones, sino en cambios reales que garanticen la vida y la dignidad de los habitantes de esta castigada zona. La comunidad internacional debe prestar un apoyo verdaderamente eficaz a la Unión Africana para que pueda mandar fuerzas que vigilen el actual proceso de paz entre el gobierno y el Ejército de Liberación de Sudán. Además, AI ha pedido que se envíen observadores de derechos humanos de la ONU que vigilen estrechamente la situación de estos derechos en Darfur.
AI ha movilizado a sus activistas, socios y simpatizantes para denunciar esta situación y exigir que se le ponga remedio. En la página web de la organización se puede firmar un llamamiento al gobierno sudanés en el que se le recuerda su obligación de proteger a todos los ciudadanos y la necesidad de que respete su promesa de facilitar el acceso a Darfur a las agencias humanitarias. A la comunidad internacional le recuerda AI que su silencio les convierte en cómplices de lo que ocurre en Sudán. Podemos apoyar esta acción urgente entrando en www.es.amnesty.org. Teléfono de AI: 902 119 133.

15 años de Tiananmen

"Firma invitada" Carlos Sancho. Diario de Burgos, 03/06/04

Se cumplen hoy quince años de la matanza de la plaza de Tiananmen. Centenares de manifestantes pacíficos que reclamaban democracia y exigían el fin de la corrupción murieron entonces a manos del ejército chino. Muchos todavía nos acordamos de las imágenes de aquellos estudiantes desarmados intentando frenar el avance imparable de los tanques.
Quince años después, Amnistía Internacional (AI) tiene datos de más de 50 personas que pueden seguir en prisión por haber participado en las protestas de 1989, un número que no es más que una parte del número real que las autoridades chinas nunca han dado a conocer. Es más, todavía continúa el acoso y detención de personas por su participación en aquellas protestas.
Nadie hasta ahora ha respondido por aquellos crímenes, ni se ha producido investigación alguna sobre lo sucedido. Al revés, quienes exigen justicia siguen siendo acosados y perseguidos. En marzo pasado tres mujeres pertenecientes a las Madres de Tiananmen fueron detenidas para impedirles que conmemoraran el aniversario. Esta organización la forman familiares de las víctimas que intentan que no se releguen al olvido aquellos trágicos días y que los responsables rindan cuentas de sus actos ante la justicia.
Algunos cuerpos de quienes murieron entonces han sido encontrados después en tumbas sin nombre en el centro de Beijing, mientras que todavía se desconoce el paradero de al menos 30 manifestantes que "desaparecieron" aquella noche en que el ejército arrasó la plaza de Tiananmen. Sus familias siguen buscando sus cuerpos, cada vez con menos esperanzas de poder encontrarlos. Algunos afirman que las obras que se están acometiendo para los Juegos Olímpicos de 2008 harán prácticamente imposible poder encontrar nuevos indicios del lugar en que se encuentran enterrados.
El gobierno chino espera que el paso del tiempo haga olvidar aquellos crímenes. Algo a lo que no están dispuestas las familias de los muertos y desaparecidos, ni los numerosos activistas chinos que luchan por los derechos humanos en su país. Ni organizaciones como Amnistía Internacional, quien en estos quince años no ha cejado en su empeño de pedir al gobierno chino que realice una investigación independiente sobre la muerte de estudiantes y manifestantes desarmados. Los responsables deben ser juzgados y responder de sus actos ante la justicia. Además, quienes siguen encarcelados por sus protestas pacíficas deben ser puestos en libertad. AI pide también a la comunidad internacional, y en especial a los países más ricos, que no miren hacia otro lado, que no antepongan sus intereses económicos a la defensa de los derechos humanos. Los cientos de muertos de Tiananmen, quince años después, siguen exigiendo justicia. Ni el gobierno chino ni la comunidad internacional pueden hacer oídos sordos. Amnistía Internacional. Teléfono 902 119 133.
www.es.amnesty.org

Mujer tenías que ser

Millones de mujeres y niñas en todo el mundo sufren violencia y discriminación únicamente por razón de su sexo. En todos los lugares, clases sociales, etnias o culturas; en la familia y en la comunidad, en la escuela y el trabajo, en tiempos de guerra y en tiempos de paz. Es, como denuncia Amnistía Internacional (AI), la violación de derechos humanos más extendida, oculta e impune.

Esta organización (AI) acaba de lanzar una campaña que quiere ser una contribución a los esfuerzos de los movimientos de mujeres en todo el mundo, poniendo de relieve que se trata de un problema de enorme transcendencia y de dimensión universal.

El principal objetivo de la campaña es que los Estados asuman su responsabilidad ante estas inexcusables violaciones de derechos humanos. Una responsabilidad reconocida por la legislación internacional y que incluye prevenir, investigar y sancionar la violencia, así como una reparación adecuada para las víctimas. Una responsabilidad que actualmente no es asumida por la mayor parte de los Estados a pesar de que aceptan la gravedad del problema.

Así, el propio gobierno de los Estados Unidos reconoce que la violencia en el ámbito familiar es la mayor amenaza para las mujeres, más que las violaciones, los atracos y los accidentes de tráfico juntos. Por otro lado, Rusia, con 14.000 mujeres asesinadas por sus parejas o parientes en 1999, no dispone aún de una ley sobre violencia en el ámbito familiar.

Hay un dato que habla por sí solo: el 70 por ciento de las mujeres asesinadas en el mundo lo son a manos de sus parejas o ex-parejas. En España parece que nos estemos acostumbrando a este tipo de crímenes como si fuesen inevitables accidentes de la naturaleza. Muchas veces se trata de muertes anunciadas con antelación, como la última ocurrida, en la que a la víctima de nada le sirvió que el juez hubiese dictado una orden de protección hacia ella y de alejamiento para el ex marido que luego la asesinó. Tristemente, cuando se publique esta columna es posible que ya no sea el caso más reciente.

La campaña de Amnistía Internacional va a ser de larga duración, incluye numerosos informes, tarjetas de apelación dirigidas a los gobiernos, acciones a través de internet, y el trabajo incansable de sus voluntarios en todo el mundo y de su red de acción de mujeres.

Esta organización te invita, seas hombre o mujer, a participar activamente en este esfuerzo común. Entre todos podemos conseguir que las cosas cambien y que desaparezcan de la mentalidad colectiva frases como la que encabeza esta columna y que a menudo están en el origen de la violencia que sufren las mujeres y las niñas del mundo. Entra en www.actuaconamnistia.org, o llama al 902 119 133. Amnistía Internacional.